¿Acaso recuerdas esas miradas que ocultaba, cuando tenía esa angustia inexplicable que me mantenía acallada?
Mi cuerpo temblaba completamente, pero de pronto una suave voz susurró a mi oído -Resiste Francisca-. Abrí los ojos, y lo descubrí a mi lado una vez más...
lunes, 18 de junio de 2012
Me mareo con tus descaros con tu egoísmo... es como querer parar la lluvia...
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