¿Acaso recuerdas esas miradas que ocultaba, cuando tenía esa angustia inexplicable que me mantenía acallada?
Mi cuerpo temblaba completamente, pero de pronto una suave voz susurró a mi oído -Resiste Francisca-. Abrí los ojos, y lo descubrí a mi lado una vez más...
martes, 3 de enero de 2012
Pedir
Antes recibía montones de caricias, cariños, palabras. Día a día siento que dejamos pasar el tiempo sin hacernos un regalo. Cada vez que te lo recuerdo, me reclamas que te exijo, que no me conformo. Cada vez que me lo dices prometo no volver a pedirte nada. ¿Cómo esperas que no pida, si te dejo tranquilo y aún no apareces? He esperado un obsequio, una frase, un espacio. Esperar es de idiotas, y me cansé de serlo. El abismo espera que nos lancemos. Acompáñame a hacerlo.
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